La decoración de interiores con áridos empieza a ser habitual. Especialmente cuando se dispone de amplios espacios en los que además la luz juega un importante papel, más por su ausencia que por su presencia.

Se da la circunstancia que cuando se tiene que decorar un espacio interior hay que renunciar a elementos naturales debido a la ausencia en muchos casos de la luz natural. Esta limitación dejaba a los interioristas, decoradores y particulares con las posibilidades muy limitadas puesto que solo podían actuar con elementos fabricados que no necesitan iluminación natural.

La llegada de los áridos a los interiores ha sido lenta pero imparable y los podemos apreciar en los interiores de todo tipo de construcciones, desde hospitales pasando por centros comerciales, locales de retail y restauración, ministerios, ayuntamientos, hoteles, etc.

La elección de los áridos Decanto para interiores es una de las más acertadas debido a la amplia variedad de piedras, su diversidad cromática y sus diferentes granulometrías.

Decorar interiores con áridos viene a confirmar la idea que siempre hemos reforzado: elegancia, practicidad y sostenibilidad. Elegancia porque los áridos transmiten sobriedad a la vez que su imagen nos acerca a la tierra, a la naturaleza. Practicidad porque este elemento no requiere grandes cuidados, basta con quitar el polvo que se pueda acumular de vez en cuando y se mantendrá siempre igual y sostenibilidad porque no necesita recursos de ningún tipo para su mantenimiento.

Con estas razones es lógico por tanto que los áridos sean uno de los elementos decorativos elegidos por la mayoría de los decoradores de interiores. Si bien, hasta hace poco tiempo era dificil encontrar áridos decorativos en interiores, ahora se ha convertido en algo cada día más recurrente y común. Esto demuestra el valor estético, funcional y decorativo de la piedra natural en comercios, servicios de hostelería y alojamiento, por poner algunos ejemplos.