Podemos creer en el cambio climático o no pero independintemente de ello nuestras reservas de agua son cada vez más escasas y ante esta situación debemos tomar medidas.

Como esta tendencia es algo que desde hace años nos viene avisando debemos empezar a tomar medidas. No podemos hacer que llueva más pero lo que si que podemos hacer es gastar menos agua. Y llegados a este punto sabemos que necesitamos el agua para nuestra supervivencia por lo que la debemos reservar para las actividades indispensables.

Dependiendo de donde residamos se están tomando unas medidas u otras pero ya hay muchas localidades que han prohibido el empleo del agua para llenar las piscinas o incluso para lavar el coche. Se da el caso de lugares donde el agua corriente se corte durante horas para lograr un ahorro ante su escasez. Y lo peor de todo esto es que no vamos a mejor sino que cada día que pasa el problema se va agravando.

Por esta razón, el hecho de cambiar los jardines que necesitan agua de un modo regular por jardines en los que se puede evitar es una decisión no solamente estética sino también funcional, operativa y práctica. Debemos decir adiós a los espacios con cesped, hierba y plantas que necesiten más agua de la precisa y optar por espacios con elementos como pueden ser los áridos decorativos.

En primer lugar vamos a ahorrar en un bien tan escaso como el agua. Pero además de ello contamos con ventajas adicionales como puede ser que no necesitan cuidados especiales ni mantenimiento regular ya que son elementos inalterables al paso del tiempo y las circunstancias meteorológicas. Apostar por áridos decorativos es hacerlo por la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente, el ahorro energético además de que desde un punto de vista estético aportan un gran valor visual por su elegancia y diseño personalizado.